Cuando nos acercamos a Dios con soberbia nos privamos de conocerlo genuinamente. Hablamos de Él pero en realidad lo desplazamos y nos ponemos en su lugar. La religión pierde su efecto en el temperamento y damos vueltas sin destino desdeñando a Dios por frío y distante. Sin un referente seguro del otro, nuestras relaciones no… Continúa leyendo El vínculo con Dios 7
Mes: enero 2018
El vínculo con Dios 6
Para sobrevivir debes verme, a mi, el otro. Lo que no sabes es que llevas más de la mitad de la batalla ganada. Cuando ves al otro resulta fácil distinguir al enemigo del amigo. Pero lo más importante es que puedes distinguir a Dios y establecer cuándo se impone Su Voluntad y cuándo clama atención… Continúa leyendo El vínculo con Dios 6
El vínculo con Dios 5
Me miras a los ojos, desafiante. No temas, estás en tu derecho. Garantizar la realización de tu individualidad es deber de la sociedad. Pero tu voz trastabilla y se equivoca, llama a Dios en lugar del hombre y viceversa. Dios es el faro que muestra el camino inequívoco de la vida.
El vínculo con Dios 2
Pide y te será concedido, dice el Señor. ¿Por qué es tan importante este salto de fe en particular? Porque entendemos que hay cosas que son obra de Dios y otras obra del hombre. Aprender a pedirle es una forma de respetar Su voluntad y de mirar adecuadamente nuestra necesidad para poder aliviar el dolor… Continúa leyendo El vínculo con Dios 2
El vínculo con Dios
No solo oye sino que ordena la situación para que el llanto salga nítido y alivie, descargue. Parece poco pero cuando se ordenan las emociones y las energías, labor difícil, es más fácil soportar la carga. Es inevitable la carga, lamentablemente educa.
Dios y el hombre
Se rompe el espejo quiere decir que dejamos de vernos a nosotros mismos y lo vemos a Él, al otro como verdaderamente es. El reino de Dios en la tierra permitirá que nos enfoquemos más en los problemas de nuestro entorno y menos en la neurosis que acompaña muchos de nuestros procesos psicológicos. La visión… Continúa leyendo Dios y el hombre
Parálisis
Hay veces en las que todo ha de estar quieto para que salga aquello que nos oprime o reprimimos y descuidamos. Luego todo recupera su ritmo normal aunque con un orden distinto. Un mínimo de higiene emocional impediría los extremos.
Abandono
Dejarme ir hasta disolver las formas, tocar el infinito y volver con el centro en otra parte.