María Elena interna

Supe que internaron a María Elena. Primero en una clínica de reposo y luego en un hospital. Renunció a cagar, se llenó de mierda y no quiere expulsarla. Tienen programada una operación para quitarle la mierda que le obstruye el cólon pero han tenido que posponerla porque no está estable y podría no resistir la cirugía. Para mi todo esto significa que finalmente se abocó a mi, que debo sufrirla como nunca antes, a tiempo completo, en exclusiva. No veo luz y siento que la oscuridad se cierne sobre mi dispuesta a no abandonarme jamás. A mi alrededor la comunicación es virtual. Cuando me siento oscura y siento que me contagia su basura, todos me dicen que es ella. Sucumbo siempre ante la incertidumbre de no saber con precisión cuándo soy yo y cuándo ella, obligada como estoy a sentir lo que ella siente y ordenarlo. Es ella, no tú, la distinción es precisa, dicen. De todos modos su sucio se me pega en el alma y quiera o no, debo sentirlo como propio, digerirlo con mis recursos y categorizarlo con mi intelecto para facilitarle el trabajo de recordar que por pereza no emprende. Sólo queda quedarme quieta y esperar que pase, que muera, para que todo se aclare. Soy un zamuro.