Defenderse 12

El dolor reconecta a Edna con la vida. No hay hacia adelante o hacia atrás, hacia arriba o abajo, sólo un momento en el que el dolor lo llena todo. El resto, la cura o la muerte, queda en manos de Dios.

Defenderse 11

A Edna algo de la realidad se le cuela, el amor no le suena concluyente. Dios no le basta porque la enfermedad no le deja espacio. La fe no es salvavidas, sólo un concepto abstracto que en nada la vincula. Si no hay Dios, amor o fe, ¿qué queda? El vacío, funcional, terapéutico, definitivo y… Continúa leyendo Defenderse 11

Defenderse 10

El otro no está aunque esté. El instinto gregario de Edna enmudeció. Puede estar rodeada de una multitud pero ya su vida, en el momento crucial, no depende del otro pues el amor no la justifica. La lógica del narcisista le permite mantenerse a flote.